Mi equipo de trabajo y yo nos fuimos a visitar el MALI. Considero que la gente que trabaja en comunicaciones debe nutrirse de todo. Los insights están por todos lados. En el parque, en las pantallas, en las hojas de los libros, en las calles, en los bares, en los museos, hasta en el metropolitano.
Salimos horas antes del refrigerio. Para que la experiencia fuera mayor, nos enrumbamos hacia el centro de lima nada menos que en el metropolitano.
El bus iba repleto mientras decíamos:
¿Serán muy angostos los buses?
¿Será la hora que todo el mundo sale a almorzar?
Inmediatamente cual alumno que sabe la respuesta, Francisco -redactor de la agencia- dijo:
El servicio es gratis.
Lo comprobamos cuando bajamos en la estación donde esperaban eternas colas de personas al más puro estilo impuesto por un anterior gobierno para recibir tus dos bolsitas de leche Enci. Todos esperaban su turno para ingresar gratis al metropolitano. Una Visión distinta y afortunadamente mejor del mismo gobierno pensé, mientras nos dirigimos al museo.
Todos los museos tienen algo que ofrecer. Este mes, el museo de Arte de Lima nos presenta EL POP ART en la colección del IVAM, una de las más relevantes de Europa y la más importante de España.
Como publicista disfruto mucho del Pop Art porque utiliza imágenes de consumo masivo como lo hace la publicidad, pero que varían de gran modo según su contexto geográfico y cultural. Como persona, disfruto también de cada nueva experiencia que nos ofrece la vida como la de visitar un museo como el Mali.
Sigo pensando que somos muy afortunados de vivir en una ciudad donde todo nos queda a la mano (no digo a tiro de piedra para no sonar muy revoltoso) tenemos de todo para todos, solo es cuestión de hacerse un tiempo para disfrutar lo que más nos gusta y alimentarnos a nuestra hora de refrigerio-por ejemplo- no solo de comida, sino también de Cultura, de arte, de olas, de música. De vida.
Guernica. 1971. Serigrafía
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