Qué bueno sería seleccionar a nuestros congresistas y presidentes no por su color político, su cara o peor aún por su inversión publicitaria. Imagino –aunque lo veo poco probable, más no imposible- en un futuro, contar con gente que realmente tenga vocación de servicio e invierta su presupuesto publicitario en obras o donaciones para quienes realmente lo necesitan.
Qué acertado sería utilizar esa “inversión” para donar desayunos, ropa, agua o ayuda de cualquier clase para los más necesitados.
Los candidatos deberían ser elegidos por sus obras o donaciones e invertir sus fondos no en comerciales de tv, afiches o paneles, sino en ayuda y bienestar social, que es lo que pregonan pero sin el ejemplo.
Pensemos en cuántos peruanos podríamos haber ayudado con esos millonarios presupuestos desperdiciados, que solo muestran la otra cara de los candidatos que en realidad aman el chicharrón y no el chancho. ¿O será que invierten miles de dólares en publicidad desinteresadamente?
A propósito ¿cuándo van a levantar sus paneles?
¿Amor al chancho?
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