Buscando mi norte

Eran las cinco de la mañana  y no precisamente era  Juan Luis  Guerra  quien lo cantaba. Aún estaba oscuro.Policías por todos lados. Decenas de patrulleros, hartas motos policiales, ochocientos kilómetros de pista, centenas de camiones parados en la carretera, más de ciento cincuenta obreros trabajando en el camino, kilómetros y kilómetros sin asfaltar, más de cuarenta galones de combustible,unos diez peajes, otras cuantas idas al baño, miles de metros caminando por la orilla rocosa, alrededor de cuatro mil brazadas para evitar que la corriente te lleve y poder agarrar la ola más larga-literalmente- del mundo: Chicama
El que quiere celeste, que le cueste. Es verdad, y cómo me costó llegar.

Las seis horas que normalmente demora llegar a Trujillo, en estas fiestas, fueron ocho. Claro, siempre se les ocurre arreglar la carretera en plena temporada de viaje y precisamente en este, que decidí viajar al norte para disfrutar de las mejores olas en compañía de mi familia y amigos.
Qué lejanos esos días donde me alojaba en el -no se si llamarlo hospedaje- hombre. Una casa vieja y descuidada arriba de la última sección que lleva su nombre. Hoy, más de cinco  hospedajes  ofrecen a los tablistas cómodas instalaciones con amplias y confortables habitaciones, restaurantes, piscinas, jacussis, centrífugas para secar los wetsuits, hasta servicio de transporte dentro del mar para volver a llegar al point sin remar, con zodiacs de última generación.
Y es que el efecto Sofía, campeona mundial hace algunos años y las destacadas participaciones en campeonatos mundiales de los nuevos exponentes del surf como Gabriel Villarán, Javier Swane, Sebastián Alarcón y otros, han hecho del surf una industria y sobre todo le han cambiado la imagen al tablista.

Hoy, ser tablista es sinónimo de salud, dedicación y esfuerzo y no como antes, que solo se asociaba con ocio y drogas.
El norte nos ofrece una variedad de olas de primer nivel, como la de Chicama en Trujillo, que cuando sus tres points conectan, uno puede recorrer grandes distancias  en una sola ola. Miles de metros disfrutando de la ola mas larga del mundo.                                                                                              Luego de esta fascinante experiencia y después de visitar al señor de Sipán, seguimos nuestro recorrido, esta vez hacia Máncora. Para evitar el bullicio que las fiestas generan, nos quedamos en Vichallito, en la cabaña de mi amigo Oki para luego de un descanso continuar nuestro surf trip por Órganos que también ofrece otras espectaculares izquierdas como baterías, Lobitos y piscinas. Todas de primer nivel u  otras como Punta Veleros la que siempre recordaré como la primera ola que corrió mi hija.

Podría seguir mencionando points como cabo blanco y otros pero –indudablemente-lo mas importante fue compartir con mi familia y amigos momentos que espero volver a vivir con o sin olas.


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Comentarios

3 respuestas a «Buscando mi norte»

  1. Avatar de pedro salinas

    Buena, Mac-Lean. Eso es lo que yo llamo «efectos especiales».

    1. Avatar de admin
      admin

      Gracias Salinas, pero lo especial fue el efecto que lograste en mí y en mi humilde pero querido blog.

  2. Avatar de Sergio Riglos
    Sergio Riglos

    Buena primo, Chicama, maratonicas series, tierra del ojos claros y de pajarete, jajaja

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