Nada más necesario para vivir en sociedad que la igualdad de derechos.
Derecho para elegir y decidir qué hacer con tu vida.
Derecho a la libertad de amar a quien quieras.
Derecho a elegir con quién compartir tu vida y también tus bienes.
Derecho a expresarnos sea cual sea nuestra opción.
Todos tenemos derechos, pero ellos acaban donde empiezan los de otros.
Respeto que la gente salga del closet, pero sin patearlo, sin gritarlo, sin necesidad de demostrarlo tan abiertamente en cada esquina.
Ok, sal del closet, pero no me lo refriegues en la cara ni me lo demuestres a cada rato chapando en cuanto lugar público encuentres para demostrar tu felicidad a boca llena porque yo no lo hago con mi pareja, no por no demostrar mi opción sino por respeto.
Sea cual sea tu opción, no la grites, así la respetaré como te pido respetes también la mía, tan honesta y verdadera como la tuya.
Sal del closet, pero no lo patees. Sal tranquilo, no hay por qué hacer tanta alharaca.
No rompas la puerta que siempre estuvo abierta.
No lo grites, susúrralo al oído. Es más romántico y menos bullicioso.
Pateando el closet
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Comentarios
Una respuesta a «Pateando el closet»
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Sal rapido que adentro hay mucho brocoli…
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