Recuerdo cuando era niño que los cinturones de seguridad -esas correas anchas con tremendos bloques de metal- no eran más que un estorbo en el clásico Ford Galaxie del 64 que conducía mi viejo.
Nadie los utilizaba, hasta que una sana disposición nos obligó a usarlos bajo pena de multa. Así aprendimos la importancia del cinturón de seguridad, mas que por seguridad, por temor a una multa.
Y es que así somos la mayoría de los peruanos. Hacemos las cosas por obligación o dejamos de hacerlas bajo amenaza.
Manejar con tragos era cosa de todos los fines de semana, hasta que se iniciaron los controles de alcoholemia y las sanciones drásticas por manejar ebrio, como las multas o la cancelación del brevete; de todas, la mejor sanción, ya que ha evitado más accidentes de los que normalmente suceden en lima.
Esta norma ha conseguido que ahora la gente se movilice en taxi, micro o a pie y deje sus autos para evitar accidentes o sanciones. Lo malo, es que ahora que no manejamos para ir a una fiesta o reunión, tomamos más. Nuestro inconsciente actúa y dice: no voy a manejar, así que puedo tomar hasta el agua del florero porque como no tengo auto que conducir, tengo carta libre para tomar.
Al final, resulta que esa norma -mal aplicada- nos hace más daño al Hígado.
Ya no se trata de que si bebo no manejo, se trata de manejar para no beber. Una sana costumbre que nos permitirá tomar menos y disfrutar más de nuestros autos sin temor a que algún control nos deje sin plata o peor aún , sin brevete.
Una sana idea que estoy dispuesto a poner en práctica.
SALUDable ¿no?
Sana Idea
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Comentarios
Una respuesta a «Sana Idea»
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De acuerdo..
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